sábado, 17 de enero de 2009

Soñé


Que Ro venía con Juanis y Cata.

Venía donde yo estaba. Sólo por 3 o 4 días.

Y yo salía y compraba cosas, en una tienda muy cara.

Ropa. Ropa para todos. Y un abrigo. Lindísimo y muy abrigado.

No sabía si para Juanis o para Cata.

Salía de la tienda preocupada. Porque había comprado un solo abrigo

Y porque no habían venido conmigo y había desperdiciado tiempo de estar con ellas.

Al llegar a casa ( a una que no es la mía pero lo era), muy cargada de cosas,

me encontré con una pareja que también venía. Estaban en la vereda de enfrente

Él pelado. Desconocido. A ella la fui reconociendo a medida que se acercaba porque

casi no veo de lejos. Tampoco en el sueño.

Era una ex compañera del Colegio que casi ni traté, que no ví nunca más y está muerta.

Pero la soñé cercana y casi amiga.

Después con Ro mirábamos las cosas que había comprado

y yo me probaba unos anteojos que me quedaban relindos


Y ahora voy a ir a comprármelos. Los encontraré.

Y veré a Ro y a las nenas

Y mi amiga que no fue mi amiga lo será en alguna parte.
Porque de mí nacen realidades. Como la del sueño.

martes, 13 de enero de 2009

Como yo siempre digo...

- Como yo siempre digo... hay que vivirlo eh? no es lo mismo..
- Como le digo a mi mujer: ustedes siempre quieren tener razón!
- Como le decía a mi amigo el otro día: esto se está poniendo cada vez peor!
- Como digo yo siempre: los lunes no habría que trabajar.
- Como dice mi madre...
- Como me dice siempre mi tío
- Como hablaba el otro día con.... con quién hablaba?

Ahora probemos y saquemos todo lo que está en azul.
Da igual no?
Porque quién es capaz de retener si se lo dijo al tío, a la mujer, a la madre, si lo dice siempre, a veces, o se le acaba de ocurrir?
Creo que alguna vez me había referido a esto, en algún post lejano. Pero es que cuando lo escucho, no puedo resistir las ganas de pintarlo de azul.

sábado, 10 de enero de 2009

Y si fuera Dios? (Yo)


Y nada existiera sino a través de mí.

La materia no sería más que una resultante de mi percepción.

El mundo sería una suma de mis sensaciones.

Y yo el origen de ellas.

Como soy el origen de mis sueños.

El demiurgo de nuevas realidades


Esta hipótesis solo puede ser formulada en primera persona.

Habría tantos mundos como primeras personas creadoras

EL mundo no existiría

ni LA realidad.

Sino tantas como percepciones posibles.

Tal vez infinitas.


Esto plantea Eric-Emmanuel Schmitt en La Secta de los Egoístas. Es un libro chiquito, fácil de leer, pero alucinante, cíclico. Al terminarlo hay que volverlo a empezar. Y seguir imaginando. Y creando mundos. Eternamente.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Capricho


Ante el primer capricho de una de mis hijas, mi hermana mayor ( con tintes de abuela), pronosticó que iba a conseguir todo en la vida si le seguía poniendo tanta energía a todo lo que deseaba.

Una forma de mirarlo.

Y así mirado, surge una revalorización del capricho.

Elegimos una carrera con mucho entusiasmo, pero para diplomarse hay que estar verdaderamente encaprichados, de lo contrario abandonariamos en la mitad. Siempre. Y ni digo para ejercer la misma profesión durante años.

No hay como la familia, pero solo el capricho de mantenerla unida, tal como la soñamos, hace que salteemos conflictos, ofensas e incomodidades. Si, ya se, me diran que el amor es lo que la sostiene. Pero es que el amor también se cae si no hay una fuerza endemoniadamente caprichosa que lo mantenga.

Y hablando de amor: para que dure años, hay que encapricharse segundo a segundo, enredarse en sus torturas, hacerlas placer a fuerza de capricho, mirarse y seguir viéndose eternamente jóvenes y elegidos. Encaprichadamente.

Solo el capricho de lograr una meta u obtener un resultado nos mantiene en un emprendimiento laboral.

Y la amistad? Hay amigos que pasan por nuestra vida. Pero esos que quedan para siempre, que se gozan y se sufren. Que amamos y que odiamos. Esos, sobreviven por el capricho que ponemos en quererlos a pesar de todo.
Bau tiene 8 años y cree caprichosamente en Papá Noel. Mientras dure su capricho, todos nos ocuparemos de asegurar su existencia.

Es más, hasta diría que el capricho sólo existe cuando algo vale la pena. Cuando queremos de verdad que algo exista. Y hacemos que exista. Es como una fuerza creadora.

En cuanto nace, hay que prestarle atención. Detrás hay algo que promete ser fantástico.





lunes, 8 de diciembre de 2008

Primera comunión


"Comunión: participación en lo común. Trato y comunicación de unas personas con otras. Acto de recibir la Sagrada Eucaristía. . Congregación de personas que profesan la misma fe religiosa. " dice el diccionario Ramon Sopena que encontré en lo de Ani.


Hoy hacen ... bueno, unos cuantos años que tomé mi primera comunión. Tenía 6 y ninguna idea de lo que estaba haciendo, ni de lo que quería decir.


Pasaron los años y siempre elegí a mis amigas con quienes me resultaba fácil comunicarme. E ignoré a otras a las que ni siquiera me esforcé por acercarme.


Ayer nos reunimos todas las que compartimos casi diez años de nuestras vidas. Esos años que forman, que dejan marcas para siempre. Años en los que se arraigan las fortalezas y las inseguridades, donde se forma desde la letra hasta el carácter, las culpas hacen raíces, los miedos estragos, la fe se hace mística o se derrumba en un agnosticismo a ultranza. Y después, con todo eso encima, se vive. Como se pueda. Y la memoria borra para poder resurgir cada día en una persona nueva.


Nos costó reconocernos. Casi tuvimos que presentarnos. Algunas con una vejez renegada, otras con una hecha a medida, otras con la tristeza en los ojos y en los surcos de la cara, y otras con una sonrisa sana, noble y auténtica, de esas que invitan a aproximarse. La memoria actuó rápidamente y acomodó cada una de esas caras en los bancos del colegio, en la forma en que acostumbraban a pararse para dar la lección, en el lugar que ocupaban en la fila.


Me sorprendió que tantas de las que no me sentí cerca en su momento se acordaran de tantos detalles de mi persona y me preguntaran por mi familia y guardaran en albumes tantas fotos y recuerdos en los que me vi siempre incluída.


Sentí un poco de culpa. Por no haberlas disfrutado a todas en su momento. Por no haber compartido más sus risas y sus vidas. Y las valoré una por una.


Hay un factor común en todas nosotras. Como una hermandad que nos asemeja sin discriminar. Se sintió esa energía de comunión. La vivimos. Y fue por fin una comunión que comprendí y viví con intensidad.


Hoy iremos algunas, las que nos resta fe o no nos fijamos en eso, a la Misa del Colegio. Donde tantas veces llegamos al misticismo, anudamos los cinturones de los guardapolvos de unas con los de las otras y desatamos las trenzas de las del banco anterior o nos robamos alguna boina para que no nos pincharan el carnet porque nos faltaba la propia. Me encantaria que estuviéramos todas y pudiéramos comulgar. Con ese sentido que hoy le encuentro.


No va a poder ser. Porque muchas no irán y porque las que iremos no estamos todas invitadas al banquete porque la Iglesia elige a quienes pueden acercarse a su mesa. Pero muy en silencio mi mente me llevará hacia el altar, imaginaré a todas en fila, juntas. Y mi esfuerzo será tan grande, que no quedará ninguna sin tomar esta noche en La Inmaculada, su primera comunión.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Mirar y Escuchar

Una cosa es VER y otra muy distinta es MIRAR. Dos personas pueden estar viendo la misma escena y mirando aspectos diferentes.

Una cosa es OÍR y otra muy distinta es ESCUCHAR. Dos personas pueden estar oyendo los mismos sonidos o las mismas palabras y sin embargo escuchar aspectos diferentes. O simplemente no escuchar.

Dos amigos viajan juntos. Y sacan fotos. Sus cámaras miran según sus puntos de vista. Y el resultado son dos ciudades distintas, dos climas diferentes, en un mismo día, a la misma hora. Cual es la realidad? No hay realidad. Cada mirada tiene la suya. Indiscutible. Y opuesta a veces a la otra, también avalada por la mirada que la generó.

Se oye a nivel del oído, pero después la onda sonora viaja por la vía auditiva hasta llegar al cerebro, donde se decide prestar o no atención a lo que se oyó. Si se presta atención, si se escucha, después habrá sinapsis con otras neuronas que relacionarán ese concepto con otro, de otra experiencia vivida O se desconocerá y se sorprenderá. E intervendrá el hipotálamo con sus emociones y el mensaje original se habrá impregnado tanto del yo del otro, del que escuchó o ignoró y simplemente oyó, que la verdad emitida inicial no tiene nada que ver con la verdad oída por el otro. Sin dejar de ser las dos verdades.

Cuando alguien en un rapto de sinceridad decide largar su verdad al otro, se encuentra con que fue interpretado de otra manera. Entonces al no ser las dos verdades iguales, sirvió de algo decir la verdad?

No hay una verdad. Los perros no ven el mundo con los colores que vemos los humanos y oyen frecuencias que a nosotros se nos escapan. Qué colores se nos estarán escapando, cómo ve el arco iris un daltónico, como serán todos los sonidos, qué mundo de los sentidos nos estará vedado?

"Asi es, si os parece" se llama la obra teatral de Luiggi Pirandello en la que juega con humor y ahonda filosóficamente en este tema. Que podemos extender a las valoraciones, a la moral, a la religión y a tantas otras cosas por las que el hombre se jugó la vida y mató a sus semejantes durante siglos. Inutilmente.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Caminando juntos


El y yo. Por la vida. Hace 14 años.

Lo acompañe a dar sus primeros pasos cuando no quería ponerse la correa y era redondito y patón. Peludo como un oso.

Me banqué sus ataques a otros perros cuando sus hormonas todavía lo podían y creía que la vida era para guerrear.

Me costaba seguirlo. Hubo quien dijo que era él quien me sacaba a pasear.

Con el tiempo sus prisas se fueron yendo, entendió que pelear no tenía mucho sentido, que mejor a veces callarse. Esas ideas compartimos mientras paseamos. Sin hablar por supuesto.

No necesitamos.

Su sabiduría me gana. Su paso lento y digno me enamora.

Hoy lo acompaño en su vejez. Digna como pocas.

Y de él aprendo. Lo sobreviviré supongo.

Es raro, casi divino, eso de compartir una vida que empezó después de la nuestra y llegó a la vejez antes.

Cuando Atuel ya no esté ( pienso mucho en eso últimamente) seguiré mi recorrido, llevando toda su dignidad hasta el final.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Desnudarse


Necesito que te saques la imagen que querés mostrar.

Esa que llevás puesta.

Que después te saques la otra, la que tenés de vos mismo

y la que tuvieron de vos tus amigos,

tus padres, los que te formaron

y te vistieron como estás ahora.

Y después , aunque sientas frío,

te saques el orgullo

y la vanidad

y la bondad exigida

y la maldad reprimida

y quedes desnudo, casi Dios.

Para poder amar tu esencia.


jueves, 30 de octubre de 2008

Código


Una palabra. Una frase. Una combinación de palabras.

Y estalla el contacto, el recuerdo, la risa.

No se puede compartir. Salvo con ella.

Con la persona con la que se lo vivió.

Ese código en común las hace inseparables.

Insustituibles.

Es sacrílego contarselo a otro.

Es rebajarlo a la sonrisa complaciente de alguien que escucha sin entender.

Es sacarlo de contexto.

Es sacarlo de la intimidad de dos amigos.

domingo, 26 de octubre de 2008

Dos realidades


La vivida y la contada.

Si se vive algo y no se cuenta queda allí, con una existencia fuerte, profunda, íntima. Con el tiempo parece un sueño. Se empieza a dudar de que haya pasado de verdad.

Si se cuenta pasa a tener otra dimensión. Modificada ineludiblemente por el efecto que el que cuenta piensa que tendrá en el que lo está escuchando. Y también por el oyente que la está interpretando a su manera. Y ni quiero seguir pensando en si se cuenta a un tercero.

Lo que sí es seguro es que una vez que se cuenta, la realidad toma cuerpo. Un cuerpo prestado, como un dibujo imperfecto de lo que pasó. Pero queda plasmada y no se borra. Sin embargo no se duda de su existencia. No se la confunde con un sueño.

Pasa a ser esa la realidad. Por eso hay siempre una necesidad imperiosa de contar. Como de sacar fotos y mostrarlas.

Callar es vivir sin fotos.

Por eso la otra realidad, la callada, la secreta, nadie puede creerla.

domingo, 12 de octubre de 2008

Haciéndose quedar bien


Me llama la atención la ingenuidad con que se usa el recurso de relatar algo de sí mismo con el solo objeto de hacerse una autopublicidad. Pero como si lo dijera otro. A veces, cuando me toca presenciarlo, me siento subestimada.

Si, ya se, es medio confuso lo que estoy diciendo. A lo mejor puedo hacerme entender con algunos ejemplos:


- El otro día fuí al médico y le pregunté qué era esto que tenía en la panza. Y me dijo: ¡Fibras!! Pura fibra.
- Mi hija la conoció a la nueva mujer de X. Dice que es un bagre, que nada que ver conmigo!

- Estaba hablando con Fulano y me dijo que él le había dicho que pensaba que yo era alguien muy especial, que nunca había conocido a una persona como yo.
- Yo le escribí un mail y me contestó: qué bien escribís, sos clara, concisa, muy inteligente.
- Lo que pasa es que yo cuando me comprometo con algo, siempre lo cumplo. Y ellos no están acostumbrados a eso...

- Yo tengo un defecto: digo siempre la verdad...

- Me preguntó si yo hacía algún tratamiento porque no tenía nada de celulitis. Le dije que no, que para nada, que era así, un regalo de la naturaleza...

- Si yo fuera ella y leyera el mail que me escribió ¡lo mato!

- Yo soy un desastre, no uso cremas, no me saco el maquillaje, tomo sol... la cosmetóloga se sorprendió. Dijo que debe ser genético, mi madre tenía la piel igual...

- Me preguntó cómo me entrenaba y le dije que corría 12 km todos los días y que nadaba 50 piletas todas las tardes y que además...Claro, dijo, tenés un estado físico increíble...


Me ponen incómoda esos comentarios. Siento algo así como vergüenza. O que tengo que hacer la que me creo que estoy oyendo el comentario del otro. Y no el de ella misma sobre sí misma. O el de él mismo sobre sí mismo (porque el fenómeno no es exclusivamente femenino) Que no me doy cuenta de su recurso de autopromocionarse. Siento que me hago cargo de la estupidez del otro.

jueves, 2 de octubre de 2008

2 de octubre de 1971


Hace 37 años que empezó esta adicción a viajar. Esta necesidad de alejarme, de descubrir un mundo nuevo y de sentir el desafío de despojarme de todo para ser yo misma en otra parte.
En esa fecha me fui a España con una beca y muy poca plata a probar suerte.
Y volví por supuesto unos cuantos meses después.
Y nunca dejé de volver.
Ni de irme.

Volver


A mi otra parte.

A veces no sé si empiezo el invierno o el verano. Tanto es mi reparto entre los dos hemisferios.

Y vuelvo. A ser la que dejé, la que suelo ser. Y no me quedo tan cómoda. Porque hay otro pedazo de mí que está más en su piel en otro lugar.

Ya sé que me iré reencontrando. Pero me resisto, porque lograrlo es como renunciar a mi otro yo. Como traicionar a la que soy capaz de ser, tan lejos . Y tan cerca de mí misma.

Suena medio esquizo, pero no me duele tanto.

Me gusta saber que soy capaz de borrarme y renacer.

De ser una y la otra. Y yo misma cada vez

Y sentir que Dorking es mi casa. Y que Paris despierta lo más atrevido de mí ( aunque esta vez no pudo ser) Y que los lugares nuevos me hacen dar cuenta de que todavía me falta mucho mundo.

Y que, sin embargo, Buenos Aires, tan golpeada, tan sucia, tan agresiva como la encontré esta vez, sigue siendo mi vida. Donde raíces importantes me harán regresar. Siempre.


sábado, 6 de septiembre de 2008

Viajar


Es un lujo. Que disfruto desde que tomo la decisión. Ya en ese momento, empiezo a volar.

Y cada viaje es vida que consumo condensada, comprimida. Y que almaceno. Para ganarle a los años cronológicos que pueda llegar a vivir.


Pero, además, hay una ventaja adicional, chiquitita, que pasa casi desapercibida:


Cuando viajo, dejo casi todos los objetos que me pertenecen. Meto en una valija sólo los indispensables que voy a necesitar, y salgo al mundo. Sola. Donde nadie me conoce, donde nada tengo, donde nada acumulo ( bueno, salvo las boludeces que compro). Y me expongo a la contrariedad de los aeropuertos, al clima, a otros códigos, a idiomas desconocidos. Ni siquiera cuento con la capacidad de expresar lo que me pasa en mi idioma.


Pero hay un bienestar superior que surge cuando se caen esas seguridades. Y me reconozco otra. Y me gusto. Más.


Me siento más fuerte.


Así estoy hoy.


domingo, 31 de agosto de 2008

Perspectiva


Los años deberían venir con el don de la perspectiva.

Pero una perspectiva enfocada hacia el futuro. Y fundamentada en el conocimiento de los años que nos precedieron.

De esa manera recibiríamos todo nuevo arte con la apertura mental necesaria para no rechazarlo por vulgar, mediocre y chabacán, comparado con el de nuestra época que sí era culto, elevado y de calidad.

Leyendo el útlimo post de Hagan cola, Todo tiempo pasado fue mejor y relacionándolo con otras lecturas que por casualidad me llevaron al mismo tema, empecé a abrir los ojos y a darme cuenta de que a mí también me falta perspectiva.

En la literatura del siglo XIX los personajes más vulgares son capaces de citar a Rousseau, a Voltaire y hay lecturas no bien vistas para clases altas que hoy solo la gente culta las conoce. La música popular, como los valses de Strauss, incluyen cualquier repertorio considerado clásico.

El tango mismo, surgió de los suburbios y jamás fue admitido entre las clases más repetables de la sociedad porteña hasta pasados muchos años. Hoy quién no lo identifica con Buenos Aires y se llena de orgullo y de nostalgia cuando lo escucha estando lejos?.

Si no tenemos perspectiva futura caemos en la simplista conclusión de que vamos para abajo, cada vez peor y a donde vamos a llegar, por Dios.

Jean-Paul Sartre, en Las palabras cuenta cómo se pensaba que el nuevo arte de su época- el cine- prefiguraba nuestra barbarie. Su abuelo se escandalizaba de que su madre optara por llevarlo al cine, en lugar de al teatro, a museos o a otros tipo de espectáculos.

El pobre abuelo de Sartre carecía de perspectiva - él que se creía tan culto- para poder darse cuenta de la suerte que tuvo de poder llegar a conocer los albores de semejante fenómeno cultural.

Necesitaríamos que alguien nos tirará en la cara el líquido que uno de los bichos de Spiderwick le escupe en los ojos a los humanos que considera dignos de que puedan "ver" el mundo escondido . Para que no cerremos los ojos y podamos reconocer, de una vez por todas, que siempre surge de abajo, siempre es rechazado y reprobado, el arte que mañana conmoverá a los más sensibles.