martes, 24 de noviembre de 2009

Y si apareciera esto?


no se si podría decirle que no

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pas dans sa peau


Hay días en que todo nos queda chico. O grande. Que no estamos bien en nuestra piel.

No hay una expresión en castellano tan exacta como la francesa.

Es como si nos apretara el vestido. Para qué nos lo pusimos? Si nos queda chico. La incomodidad nos desborda. Para qué comimos?

O nos pusimos un pantalón que parece dos talles mas grande. Por qué? si no nos favorece.

Como un gato tirado al agua.

Y no se puede volver atrás. Hay que nadar hasta que termine el día. Como sea.

Asi nos va la vida en días como hoy.


jueves, 12 de noviembre de 2009

Foto robada



Me gusta espiarte los pies. Imaginar todo el camino que te falta andar. Tus primeras pisaditas inocentes, tambaleantes, tropezonas. Tus corridas desesperadas para alcanzar la pelota. Tu metida del dedo gordo para probar el agua de la pile. Estoy ansiosa por iniciarte en el tradicional "Este compró un huevito, este lo puso a asar...". Muero por vértelos todos embarrados. Imagino la desesperación de tu mamá por limpiártelos.

Pienso en pisadas miedosas, inseguras. En otras que se llevarán el mundo por delante. En tropezones, en metidas de pata.

Todas son sensacionales Amador, todas valen, hasta las que te hacen caer. Lo que no vale es quedarse quieto, siempre mejor pisar y arriesgar.

Miro y miro esta foto robada ayer cuando dormías. Se que es eterna. A lo mejor crecen tanto como los de papá. Pero vos sentilos siempre asi, suavecitos, confiados y despreocupados.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Canción robada

La película terminaba. Ya no recuerdo cual.
Y empecé a escucharla. Ella con esa voz tan clara
Y el piano imperdible de fondo
Después, los títulos chiquitos, uno tras otro
Tenía que encontrar quien era
De pronto apareció:

"Dis quand reviendras-tu" Barbara

Merece un clic y escucharla por lo menos hasta el estribillo

sábado, 7 de noviembre de 2009

Primera novela

"No habrá ninguna igual no habrá ninguna
ninguna con su piel ni con su voz..."

Después de "La insoportable levedad del ser" hubo otras -para mi expectativa, pocas- novelas de Milan Kundera. Siempre con sus toques geniales, pero ninguna superó a La Insoportable.

Gabriel García Marquez, mucho más prolífero, nunca volvió a ser tan genial como en "Cien años de soledad"

Estaba equivocada con la primera de Juan José Millás. Me acabo de enterar de que la primera fue "Cerbero son las sombras". Y no quiero perdérmela. Porque me parece imposible que supere las que leí de él. Ya veré si confirmo la regla.

Empiezo a leer cualquier novela de Almudena Grandes y no puedo parar. Pero ninguna como "Las edades de Lulú"

"Seda" hizo famoso a Alesssandro Baricco. Busqué a ese Baricco en varias de sus novelas y ya no lo encontré. La película ni se le arrima.

No, no es "El evangelio según Jesucristo" la primera de Saramago. Pero sí lo fue para mi. Lo que pasa es que cuando descubro un autor empiezo a devorar todo lo que encuentro y termino por hastiarme. Es el mismo caso que la primera cucharada de dulce de leche: las que siguen no son ni la sombra.

Ahora hace tiempo que estoy consumiendo una novela tras otra de George Sand, con quien me siento muy identificada. Por eso me unen a ella tantos amores y odios. Ya la estaba por abandonar cuando se me cruzó "Indiana" . Claro! su primera novela escrita con su seudónimo y la que le abrió el camino a las siguientes. La mejor. Por qué no empecé por ahí? Me está haciendo acordar un poco a "La Regenta" la primera de Leopoldo Clarín. Inolvidable.

Podría seguir buscando y tal vez revalidando mi teoría. Pero seguro que el mejor ejemplo es el que puse en primer lugar

jueves, 5 de noviembre de 2009

Amor imperfecto


No supo en qué momento se dió cuenta.

Tal vez cuando todo se había gastado

Tal vez cuando pudo poner distancia y mirarlo

Tal vez cuando pudo recuperar su centro

Tal vez en ese momento lo vió

Se miró en él y se reconoció.

No había hecho más que amarse

a sí misma.

En la imagen que él habia tenido de ella.

O en la que ella había creído tener en él.

La horrorizó la verdad.

Y de ese horror nació un nuevo amor

imperfecto, inestable, entrecortado y sin prisas

Posible