jueves, 29 de mayo de 2008

Dificil comunicarse

Hoy atendía a un paciente, él me respondia algo que no tenia nada que ver con lo que yo le habia explicado ( y oía bien). Yo agarré un papelito de esos de colores cuadraditos y empecé a anotar.
La idea de un post.
Total, si yo le hablo y él contesta otra cosa, bien puedo yo escribir lo que quiero mientras él habla.

Los adultos se aferran a una idea y si alguien trata de expresarles otra por un camino distinto, cierran la compuerta, no escuchan. Y como respuesta vuelven a repetir su idea original. Sin ninguna modificación. Sin ningún signo de haber escuchado pero disentir.

domingo, 25 de mayo de 2008

Matarse por la pelota


Les enseñamos a respetar, a ceder el lugar, a prestar los juguetes, a ser amables.

Después, cuando tienen edad para empezar a hacer deportes, sugerimos alguno de equipo, justamente para que tengan conciencia de grupo, de colaboración, de compañerismo.

Y de golpe ven que tienen que arrebatarle la pelota al otro, no pedírsela por favor, con educación. No. Correrlo, taclearlo, sacársela. Cueste lo que cueste. Amontonarse salvajemente en un scrown y tironear. Hasta tenerla. Y eso sí, pasarsela al compañero para que corra desesperadamente entre sus adversarios y por fin haga el try.

Y sobretodo después de toda esa guerra, seguir siendo amigos.

Difícil aprendizaje. Difícil entender las contracaras, los sí pero no. Difícil verlos allí aprendiendo a luchar contra otros para conseguir su objetivo. Difícil verlos dudar entre tirarse arriba del otro como animal o esperar.

Difícil para mí que soy madre de mujeres.

jueves, 22 de mayo de 2008

Doble vida


Es el eterno mito de la caverna. La realidad del cine que nos hacemos. De la vida que hacemos para el cine. Como si una cámara oculta la estuviera filmando. Entonces vivimos rápido como si fuera el borrador de lo que vamos a contar, o filmar o paralizar en una foto. Que muestra lo que sirve al argumento del film. Del que pensamos para nosotros.

Y tal vez no hay cámara, ni nadie interesado en filmarnos pero está tácito. Se vive como actuando para una cámara oculta.

En vez de estar en el momento, se está fuera del momento.

Y el momento, el verdadero, se perdió.

martes, 20 de mayo de 2008

Otoño y las veredas de San Isidro


Desde que leí el post de Malen (El cielo en la Tierra) sobre la idea parisina de poner arte donde hay mierda, pienso qué podríamos hacer nosotros, en San Isidro.

Pero como siempre, la poderosa naturaleza nos gana de mano.

Y mandó el otoño. Y los añosos árboles comenzaron a largar sus doradas y crujientes hojas sobre las más añosas veredas sanisidrenses. Y uy! los queridos perros del barrio siguieron con sus costumbres de cagar en las deterioradas veredas. Sin tener en cuenta que ahora están cubiertas por una alfombra de las doradas hojas. Ni que nuevas doradas hojas seguirían cayendo sobre la mierda. Hasta hacerla invisible.

Y entonces el caminante que, como en Paris, siempre anda buscando un poco de arte para distraer su espíritu de la pesada vida cotidiana, pasa caminando feliz y recordando que cuando era niño le encantaba pisar las crujientes hojas. Y vuelve a ser niño.

Sin tener en cuenta el primer colchón, ni la mierda del perro que hizo sandwich, ni que la hoja que él pisa es la segunda tapa del sandwich.

Y cuando llega a su casa o a la oficina y siente un olor a mierda brutal, no puede explicarse cómo puede venir de su zapato.

lunes, 19 de mayo de 2008

Desenlace de la Elección

Desoí los consejos. Y elegí a 1. Tres veces más la entrevisté. En la última entrevista aseguró que tenía otras ofertas de trabajo pero elegía esta porque se sentía cómoda, porque el desafío, porque...Insistí en que analizara toda la parte negativa. Dijo que ya lo había pensado.
Radiante.
Hoy comenzaba a las 10hs.
A las 11 llamó por teléfono, habló con la recepcionista y le avisó que no iba a tomar el trabajo.

domingo, 18 de mayo de 2008

Charla con Papá

Lo miro en el espejo del auto. Va sentado en el medio. Al lado, su papá le pasa un brazo por el hombro. Charlan. En voz baja. Así charlan ellos. De sus cosas. Tienen códigos en común.
Al hablar mueve la misma boca trompuda que tenia cuando, con cuatro meses, me fue a esperar a Ezeiza en brazos de su mamá. La nariz no tiene hueso, como la de Ro, pero es más ancha, como el que lo escucha ahora y conversa con él, acortando la distancia de la edad que los separa.
Cuando habla, de vez en cuando levanta los ojos para mirarlo. Otras mira hacia adelante y se concentra. Piensa. No entiendo mucho lo que dicen. Pero están de acuerdo, algo de la play, algo que recuerdan que vivieron juntos, viste Papá?, es como eso que dijiste Papá. Y su papá responde. Y él escucha. Y yo sonrío mirándolos.
Y sé que no hay mejor tiempo que el que están compartiendo.

viernes, 16 de mayo de 2008

¿Mens sana in corpore sano?



Cuatro mujeres saliendo de la ducha del gimnasio. Envueltas en toallas, cosméticos desparramados. Ruido de secadores de pelo. De fondo, música electrónica, pum, pum, pum.

- Cucháme... si la Palmiero antes cobraba 30.000 por una noche!

- En serio??

- Obvio, si de alli las saca siempre el viejo...

- Ah, pero las deja bien paradas a todas!

- Claro, la Palmiero pasa a cobrar todas las semanas!

- Con razon está tan tranquilita...

- Cucháme...!

- Bueno, que cada uno haga lo que quiera... Yo, la verdad, porque no me dio el fisico ni el estatu social, porque si no...

- Y voquepensás? , que la Palmiero era de Callao y Libertad? Ná que ver!!

- Ja ja ja ja , tenés razón!

- Pero vostimaginás que tu hija te aparezca con un viejo así?

- Mirá, yo le diría: aguantátelo dosañitos y ya está, te parás para toda la vida!

- Jajajajajajaajajaja ( a coro todas)


(La transcripción fue lo más fiel a la realidad posible, sin haberlo grabado))

lunes, 12 de mayo de 2008

Elección


Tengo que elegir una empleada . Para relaciones públicas. Tengo dos opciones:
1) Perfecto perfil. Muy buena presencia. Segura de sí misma. Su pretensión supera mi oferta. Se lo dije, pero igual parece interesada. No es tan transparente. O será un disfraz de seguridad para ocultar sus nervios?
2) Muy simpática, bastante segura. Más simple. Habla muy rápido, casi tragándose las "s". Mi oferta supera su pretensión. Menor presencia. Habla mucho. Parece sincera.

Sigo deshojando la margarita. Ya las entreviste dos veces.
Voten por favor.

sábado, 10 de mayo de 2008

Mi abuela tenia un gallinero


Es una de las pocas cosas que me acuerdo de Fermina: su apasionada labor en el gallinero. Iba al fondo del patio de su casa, abria la puerta de alambre y se metia entre las gallinas que revoloteaban a su alrededor. Fermina era muy chiquita, un poco gorda de la cintura para abajo, muy linda de cara, el pelo totalmente blanco, bien española, bien vasca. Identificaba a las gallinas una por una. Me gustaba verla en esa actividad. Aunque me ignorara y se comunicara solo con ellas. Juntaba los huevos que ponian, se ocupaba de los pollitos recien nacidos. Le llevaba bastante tiempo. Era una actividad casi íntima.

Hoy pienso que a lo mejor se encontraba con sí misma alli, que era su manera de aislarse del resto. De sus rutinas. De sus chiquiteces. Ignorando ese olor tan feo que habia, y confundiendo su voz con el caraqueo de esas bichas con quienes se entendia mejor que con nadie.

Hablando con amigas descubrí que la mayoría de nuestras abuelas tenían gallineros.


Hoy las abuelas tenemos un blog.

viernes, 2 de mayo de 2008

Paris y yo




Es un amor de larga data. Insuperable. Incompara ble. Me miro en su espejo y soy otra. Se mira en la lente de mi cámara y me seduce. No me dejó ir esta vez.

Me retuvo. No subí al avión que debió haberme traido a Buenos Aires. Me resisti, pero insistió y me regaló un día más.

Sali del metro en Bv. Saint Mitchel y Bv. Saint Germain y me halagó como nunca. Se había vestido especialmente para mí. Sol. Terrazas de los cafes repletas. El idioma más lindo del mundo sonaba a mi alrededor. Las librerias de Saint Mitchel rebalzaban. Lo sé, fue intencional. Para que nos amaramos solo un día. Ese día más. A solas.

Y los Jardines de Luxemburgo estaban de fiesta. Sonaban las Cuatro estaciones, mientras yo sentada en una de tantas sillas, leía Amélie Nothomb.

Cuando a las seis de la tarde volvi a bajar al metro, miré hacia arriba y lloré.

No sé cuando nos volveremos a ver.

Por eso nuestro amor es eterno.