miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mi Atlas

 
 
 
 
Aunque yo me crea que soy la que soy por un don divino que me hizo única e irrepetible, no es cierto. Ni siquiera tengo que ver con ese resultado. Tengo un poderoso Atlas que me sostiene. Y no voy a entrar en el sentimentalismo de decir que sus músculos son el amor de todos los que me rodean, ni los mejores momentos de la vida. No. En él estan todos los seres que son o han sido lo suficientemente importantes como para que estén en mi memoria. Incluso tal vez, los que se me fueron borrando. Con todas sus cosas negativas y positivas. Y yo fui ocupándome de poner los pesos para ir buscando los equilibrios.
Impresindible la amiga a quien siempre criticamos. Y me permite el lujo de creerme que la puedo superar. Como la admirable o la incondicional. Que no me falte nunca mi amor imposible que me hace creer en el enamoramiento eterno. Pero me caería sin mi amor verdadero, concreto, imperfecto y real. Que siempre esté el que me hace sufrir, el que me traiciona. Gracias a él puedo valorar tanto al mas bueno que Lassie. Además me da la oportunidad de perdonarlo. Y eso me hace grandiosa.
Me sostiene el humor, distinto con cada uno. La ridiculez, si no, de qué nos vamos a reir? La maldad, el lado oscuro de las cosas.
 La carcajada de Amador. La sonrisa con los ojos de Bauti. La mirada de Juanis. La explosión de vida de Cata.
Hasta la mediocridad que tanto deploro, que saca lo peor de mi, que pone en evidencia mi intolerancia. Es mi acicate para nunca caer en ella. Si no existiera, yo la inventaría.
 Los egoísmos. Que dan lugar a la sorpresa frente a la genorosidad impensada.
El débil, a quien sostener. Mi enamorado eterno. El rompepelotas ese que llama inoportunamente, que no es capaz de tener mi fuerza para luchar juntos, pero sin embargo es el único capaz de sentir como yo.
La música. El arte, la creación que sólo puedo admirar. Aunque me haga rabiar de envidia no poder estar a la par.
Quiero decir que, gracias al débil me hice fuerte. Gracias al concreto puedo volar. Gracias al que me apabulla puedo buscar mi silencio creador.Gracias al que cree en mi, soy la que el cree.
Cuando el débil no está, para que mi mundo mantenga el equilibrio, tomo su lugar, cuando no hay alguien realista a mi lado, tengo que abandonar mis sueños y ocuparme de lo concreto, que detesto.
Tal vez cuando mi Atlas se debilite por tantas ausencias, yo desaparezca.