sábado, 29 de septiembre de 2012

Ahora es asi


No vayan a creer que no comparten eh, sí sí, están juntos, teniendo posiblemente este diálogo:
- Te anda el wifi?
- Si claro, tenes que poner: usuario 1234 y contraseña: bar, todo en minúscula
- Si pero pongo y no se me abre
- A veces cuesta, pero seguí intentando.
En eso viene la moza y les pregunta si ya decidieron
- Ay, no, no tuvimos tiempo de mirar la carta, ya te decimos
- Si, si, ya entró, tenías razón!
- Viste lo que publicó Tomasito en facebook?
- No, yo no lo tengo a Tomasito
- Yo sí, me gusta saber en qué anda, mirá te leo...
Y nada de sacar los ojos del teléfono.
De paso ni se miran, no se dan cuenta de las arrugas que le aparecieron a ella arriba de los labios ni de que la pelada de él ya no se puede disimular, se ecuchan y se imaginan con 20 años menos, porque la verdad es que, aunque con algunas tropiezos,  se acoplaron perfectamente a la digitalidad de los jóvenes.
- Otra vez no funciona, a ver, probá mandame un whatsap a ver si lo recibo
- Ya te lo mando, listo. Recibiste?
- No no, ay si! ahí lo recibi
- Y como hago si quiero guardar la foto que vos tenés?
-  La de Mariela?  Te la mando por mail, y cuando la recibis, vas a archivo y la guardas, para que la querés?
-  La quiero publicar en facebook, está tan linda!
-  Bueno, dale te la mando y fijate
De nuevo llega la moza y les parece revivir la misma situación de cuando recién se conocieron: nunca elegían porque estaban distraídos tomados de la mano, mirándose a los ojos y hablando sólo de ellos.
- A mi traeme un tostado y una Coca light
- A mí también.
En un todo de acuerdo. Una maravilla.
Mucho mejor que estar reprochándose que eso ya se lo contó, que no tuvo que haberle contestado así al portero, que la tiene harta el ruido que hace cuando se va a dormir, que nunca la escucha, que por qué dijo esto y no lo otro, que no quiso decir eso lo que pasa es que ya ni le presta atención.
De pronto les dan unas ganas tremendas de verse, entonces se llaman por Facetime y se ven en las pantallas, casi como si salieran en la tele.

Aunque muchos vaticinen que esto es el fin de la comunicación, a lo mejor es el comienzo de un armonioso convivir.