domingo, 20 de julio de 2008

El amor perfecto


Hablo de todo tipo de amor. Y cuando digo perfecto a lo mejor quiero decir completo. O total. Lo que quiero decir es que nunca se da en una sola persona. En un amigo, en un hijo, en una pareja, en un hermano.

Un amigo saca de nosotros la parte más soñadora, otro saca nuestra parte más terrenal, otro saca lo peor de nosotros. Uno despierta un amor ternura, otro un amor más apasionado, con otro todo es paz, otro nos saca de quicio. De alguien nos enamoramos de una manera, de otro , de otra totalmente distinta. Funciona como imanes con distintas polaridades. Unos atraen una parte de nuestra personalidad, otros la opuesta. De pronto descubrimos que también podiamos ser de esa manera, que teníamos oculta una faceta que sólo funciona cuando estamos con esa persona. Y descansa cuando estamos con otra.

No somos iguales con cada uno de nuestros hijos. Y no es algo cuantitativo. Es diferente nuestra relación. Ni mejor, ni peor. O sí, a veces mejor con uno, otras con otro. Pero siempre es ese juego de despertares y adormeceres de nuestra psiquis.

Y siempre a cada uno de esos amores, a su vez, le falta algo. Que lo tendrá el otro. Para ser completo.

Eso hace pensar que el amor perfecto, total, no existe.

Sin embargo sí.
Si tenemos la capacidad de incluir a todos nuestros amores en uno solo.

sábado, 19 de julio de 2008

Mundos propios


El otro día oía hablar a Bau de sus amigos del cole. Contaba las anécdotas del día. Y yo me puse a pensar en los roles que cada uno, sin darse cuenta, va teniendo en el grupo. El del mejor amigo, el del que compite por su amistad. El del que aman todas las chicas. El del que vive pensando en el partido de football y alli se le va la vida. El de la más linda de todas. El de la gorda. El de la amiga incondicional. El del que, ya se sabe, no se puede contar con él.

Bau no sabe que así como el cole es el mundo. Que se va a encontrar con otros amigos, con otros nombres, diferentes, pero que se repetirán los roles.

Como el del profe que le va a hacer la vida imposible, y aquel al que admirará. Y la portera del colegio. Y la directora.

Todos, todos se repiten.

Solo hay que hacer un esfuerzo y mirar para atrás, para descubrir los antecesores de ese rol.

Y nosotros vamos ejercitando el nuestro, que cada vez tiene más experiencia en adaptarse a los de los demás.

domingo, 13 de julio de 2008

Platos


Mi hermana se mudó y, como no tenía lugar en su nuevo departamento, me ofreció mandarme un juego de platos que fue de Mami. Dije que sí. Inmediatamente.

No tengo objetos que fueran de ella. Salvo su alianza.

No doy valor a los objetos. Pero la alianza que uso, con la fecha de casamiento de mis padres grabada en su interior, es algo muy especial para mí.

Ahora tengo un juego de platos, incompleto. Que fue de mis padres.

En cuanto lo recibí me acordé. Lo tenía medio borrado.

Me acordé de mi infancia, de cuando Mami los usaba porque el caso era especial.

De las comidas que ella hacía parecer diferentes y que cocinaba con cero costo y mucha dedicación.

Yo era muy chica y me daba igual comer en cualquier plato.

Hoy no. Hoy serán mis platos de lujo.

Para la mejor ocasión.

sábado, 12 de julio de 2008

El cielo siempre está en otra parte


En cambio allá, ni un papel en el piso...

Igual que acá!! (acá: país propio) Mirá que acá te van a devolver la plata!

Allá, si cometés varias infracciones, te sacan el registro. ( Allá: país ajeno)

Allá, se respeta a la autoridad, no como acá.

Que vergüenza! qué van a decir afuera? ( afuera: otros países)

Y... aquello es el primer mundo!

No como nosotros...

Viste nene que Manolito no llora como vos?

Su casa sí que está impecable!!

Juancito estudia, deberías aprender de él.

Como hará Emilia para estar siempre tan flaca?

Que bien se llevan, nunca los ví discutir!

Qué bien anda este auto, el mío hace unos ruidos...
Esta actitud es una especie de complejo de inferioridad. Siempre lo pensé.
Pero se me ocurre también que encierra un acto de fe. Infantil, si, pero fe al fin.
Supone la creencia de que allá, en otra parte, todo es posible.


lunes, 7 de julio de 2008

Los opuestos


Sin noche no hay día.

El sol es necesario. Pero definitivamente hace falta sombra después.

Cuanta más sed, más rica es el agua.

Desagradable comer sin hambre.

Cuánto más se sufre una ausencia, más se goza del encuentro.

Cuánto más difícil, más amamos.

Cuanto más frío, más placer sentimos junto al fuego.

Nada mejor que ordenar cuando hay desorden.

Sin embargo el exceso de orden aburre. Imposible evitar el quiebre.

Para después volver a buscar el orden.

Quiero decir que los opuestos son imprescindibles. Como el bien el mal

Por qué tanto rechazo al mal, a la oscuridad, al frío ( o al calor), al desorden,
por qué la culpa?

si son los gemelos imprescindibles de sus opuestos?




martes, 1 de julio de 2008

En mi otra vida


U otras. Si las hubo. Debo haber vivido en el siglo XIX. Mujer, obviamente. No solo me atrae como un imán, es donde más a gusto me siento.

Cuando leo novelas como Madame Bovary, Ana Karénina, Emma, La dama de las camelias o como ahora, que estoy leyendo Jane Eyre, me relaja el tiempo que transcurre lento, la vida interior, los jardines, los bosques, los atardeceres. Me angustia y me rebela el papel postergado de la mujer. Disfruto cuando transgreden. Me apasiona la ropa. Siento un placer inexplicable por su forma de vida, con todos los rígidos principios morales con los que no estoy de acuerdo, pero justamente, me meto en la piel de la protagonista y hago fuerza para que los pisotee y camine triunfante sobre ellos. A las pobres no les va muy bien con mis consejos pero igual vuelvo a leer otra novela parecida, siempre con la esperanza de que mi heroína finalmente salga airosa.

jueves, 26 de junio de 2008

Confiar y saltar


Cuando era chica tenía sueños repetitivos.

Pesadillas. Heroicas.

Un puente, muy alto, sobre un río. Muy viejo era el puente, las maderas estaban podridas. Yo tenía que atravesarlo y corría sobre él. Cada madera que pisaba se hundía y entonces saltaba a la siguiente, que me sostenía unos segundos y debía saltar a la siguiente, que también se quebraba y sólo me salvaba saltando a la siguiente.

Con el tiempo supe que así era la vida. Y confié. Y me gustó saltar. Mucho más que estar sobre terreno firme. Y vivir. Siempre bien alto. Al filo del riesgo.

Ella hoy lo hace realidad.

domingo, 22 de junio de 2008

Orejas perezosas

Abrí un nuevo blog: Orejas perezosas
La idea es mandar allí todo el anecdotario de mis pacientes y dejar este para cosas que se me ocurren, aisladamente.
Hoy publiqué mi primera entrada.
A partir de ahora lo dejo que haga su vida independiente.
Éxito!

miércoles, 18 de junio de 2008

El arte, única salvación


Hace tiempo que pienso en eso. E inicié varios posts al respecto.

Hoy solo se me ocurre ilustrarlo con algunos ejemplos vividos en 24hs:


- Ayer a la mañana, me entró un mensajito de Hermi avisándome que no venía a trabajar. Me esperaba un día tremendo. Y la pileta de lavar los platos rebalzaba. Suspendí un par de cosas a la mañana, me puse unos guantes azules, encendí la radio en Amadeus y la sonata de Brahams llenó la cocina. Lavé hasta el último plato. Feliz.


- Sala de espera de un médico. Yo era la que esperaba. La recepcionista tomó primero a una señora que tenia turno con otra médica que estaba atrasada, ignorando mi turno. Me senté, oí como, injustamente, la llamaban a ella primero. Abrí mi libro de Amélie Nothomb (Cosmétique de l´ennemi - Cosmética del enemigo) Su genialidad me hizo olvidar. Estuve a punto de pedirle a la médica, cuando me llamó, que me esperara a que terminara la última página.


- Hoy volvía de trabajar en auto escuchando música, por radio. De pronto, el himno nacional. Bue. A continuación: Se escuchará la palabra de la presidenta de la Nación... NO. Decididamente NO. No estoy dispuesta a escucharla. Ni a verla. Ni a saber que existe. Apagué la radio. Silencio. Sano silencio. Todos los semáforos verdes ( Ley de Murphy). A la altura de Olivos, uno rojo. Pude buscar en una caja de cd vieja. Joaquín Sabina me salvó. De ella. Y de mis pensamientos negativos.

sábado, 14 de junio de 2008

Receta epicúrea


Ingredientes:

- Tiempo libre

- Evidencia de libertad

- Una cafetería con ambiente

- Un buen café

- Una buena medialuna ( quedan excluídas esas grandes, con masa muy amarilla)

- Un buen libro ( de esos que no podemos evitar subrayar)

- Una birome


La sensación de que no hay límite de tiempo es indispensable. Toda conciencia de obligación o compromiso posterior deben ser pasados a nivel inconsciente.

Abrir el libro en la página que quedó marcada por el ticket de la vez anterior y abandonarse a la lectura. A la atracción intelectual que despierta una idea, una combinación de palabras. Una genialidad que no podemos dejar de subrayar.

Sentir el efecto estimulante del café

Y seguir leyendo.

domingo, 8 de junio de 2008

Horacio Ratti

Un día llegó a mi vida, como un regalo, allá por el 88. Él andaba por esa década en años. Yo, unos cuarenta menos. ¿Qué es el amor sino el eco de nosotros mismos?
Me dedicó este poema:

Tu rostro es hoy una mañana nueva
en el aire tranquilo, entre los viejos
árboles del tiempo que fue nuestro.
Todo es el verde y el azul y el amarillo
que compartimos con amistad
heroica.
La suma del amor en la elocuencia
de una inquieta sonrisa
bellísima y lejana.

Gracias Horacio
por la eternidad de tu recuerdo.

jueves, 5 de junio de 2008

El tiempo y el amor

Nos reconoemos cuando estamos cerca.
A la distancia el tiempo distorsiona nuestra esencia.
Serás capaz de querer mi pelo gris
mi piel imperfecta
mi voz cuando se quiebre?
Seré capaz de olerte diferente
de entender tus demoras
de amar tu imperfección?
Nuestro amor será capaz de sobrevivir
o para que sea eterno
deberemos abandonarnos antes del hastío?

Omar y yo

Mi relación con Omar está llegando a un punto crítico.
El edificio a estrenar al que mudé mi consultorio se está poblando. Está construido sobre columnas en las que funcionan espacios al aire libre guardacoches, con espacios corredores y algo como jardines en el medio. Omar los circula desde que eran vírgenes. Va olvidando sus miedos y sus culpas y va adueñándose del lugar. Recibe a los electricistas, carpinteros y arregladores y se comunica con ellos de punta a punta. A los gritos. Lo sufrí un dia, dos, tres. Una semana tras otra.
Ayer decidí bajar y, amablemente, hablar con él.
- Hola Omar, cómo le va?
- Muy bien señora muy bien...!!
- Mire Omar, yo queria decirle...
- Lo que Ud. quiera Sra...!
- Vió que yo trabajo con pacientes con problemas de audición...
- Si, si, Sra...
- Bueno, para algunas pruebas, necesito que haya silencio, y Ud. a veces grita por estos pasillos. O canta...
- .....
- No, yo quería pedirle, que por lo menos los días que yo atiendo, fíjese en tener cuidado de no gritar por acá abajo...
- Discúlpeme Sra... discúlpeme Sra - y me tocó el hombro- yo no sabía.
- Mirando mi hombro- no, ya se, por eso le explico...
- Discúlpeme Sra... no se ofenda... no va a volver a pasar.
- Está bien Omar ( mi hombro por fin estaba libre) sólo quería pedirle ese favor. Me di cuenta de que Ud. no sabía.
- Claro, claro Sra. faltaba más!! Discúlpeme.

Hoy a la mañana pude trabajar con absoluta tranquilidad. Alguna que otra charla en el patio de abajo, pero nada demasiado perturbador.
A la tarde, después de hacer pasar a Luis, el primer turno, empecé a oír a Omar cantando en la planta baja. No puede ser. Ya va a callarse. Pensé.
El volumen de su voz iba in crescendo. No podía discernir si era La Traviatta o el último de Arjona. En mi computadora aparecía el letrero que decía: "No se puede realizar la prueba por exceso de ruido".
Abrí la ventana y lo ví. En el medio del patio. Como si estuviera en el Colón.
Y me salió:
- Luis!!!! (??????????????????????????)
Sentí ( no oí, no escuché, sentí, sí, sentí) que de mi boca salía esa palabra: Luis. No Omar que era lo que quería decir, sino Luis!!!
Y él levantó la cabeza hacia mi ventana. Me miró como diciendo:- Yo me llamo Luis?? Confundido. Temeroso.
Yo no podía creer esa conjunción entre su paranoia y mi alzheimer y estallé de risa.
Luis sentado en mi consultorio, muy sordo, no se enteraba de nada.
Yo no pude decir más nada serio. Tuve que cerrar la ventana.
Omar se quedó mirando hacia arriba. Esperando órdenes y acostumbrándose a su nuevo nombre.
Yo volví a mi actividad, ahogando mi risa

lunes, 2 de junio de 2008

Solo unos minutos

Me llamó. Justo estaba cerca de donde ella estaba. Me desvié. Café. Sin introducción. Anécdota. Risas. Más risas. Sin profundizar. Bastó con el mismo humor. No había más tiempo.
Pero fué lo más. Gracias Lu.

domingo, 1 de junio de 2008

Dificultades en la comunicación

Estuve haciendo una recorrida por los blogs que leo y leyendo comentarios . Se repite la situación que viví con mi paciente ( y con muchas personas) . Alguien escribe un post sobre un tema y algunos comentaristas se toman de una palabra o de algo que es accesorio en el post, lo toman como tema central y hablan de eso. Sin darse cuenta de que cambiaron de tema.
Creo que el problema esta en la dificultad de desprenderse de preconceptos al leer algo. Leen una idea accesoria y la relacionan con su preconcepto. No hacen silencio interior, no ponen la mente en blanco. Leen pensando que van a hablar de lo que ellos quieren que hable. Y asi comentan.
Es como cuando alguien está hablando y el que lo escucha - o se supone que lo escucha- está conteniendo la respiración y apretando fuerte su idea para que no se le escape y largarla toda de una en el primer silencio que se le presente.