Los años deberían venir con el don de la perspectiva.
Pero una perspectiva enfocada hacia el futuro. Y fundamentada en el conocimiento de los años que nos precedieron.
De esa manera recibiríamos todo nuevo arte con la apertura mental necesaria para no rechazarlo por vulgar, mediocre y chabacán, comparado con el de nuestra época que sí era culto, elevado y de calidad.
Leyendo el útlimo post de Hagan cola, Todo tiempo pasado fue mejor y relacionándolo con otras lecturas que por casualidad me llevaron al mismo tema, empecé a abrir los ojos y a darme cuenta de que a mí también me falta perspectiva.
En la literatura del siglo XIX los personajes más vulgares son capaces de citar a Rousseau, a Voltaire y hay lecturas no bien vistas para clases altas que hoy solo la gente culta las conoce. La música popular, como los valses de Strauss, incluyen cualquier repertorio considerado clásico.
El tango mismo, surgió de los suburbios y jamás fue admitido entre las clases más repetables de la sociedad porteña hasta pasados muchos años. Hoy quién no lo identifica con Buenos Aires y se llena de orgullo y de nostalgia cuando lo escucha estando lejos?.
Si no tenemos perspectiva futura caemos en la simplista conclusión de que vamos para abajo, cada vez peor y a donde vamos a llegar, por Dios.
Jean-Paul Sartre, en Las palabras cuenta cómo se pensaba que el nuevo arte de su época- el cine- prefiguraba nuestra barbarie. Su abuelo se escandalizaba de que su madre optara por llevarlo al cine, en lugar de al teatro, a museos o a otros tipo de espectáculos.
El pobre abuelo de Sartre carecía de perspectiva - él que se creía tan culto- para poder darse cuenta de la suerte que tuvo de poder llegar a conocer los albores de semejante fenómeno cultural.
Necesitaríamos que alguien nos tirará en la cara el líquido que uno de los bichos de Spiderwick le escupe en los ojos a los humanos que considera dignos de que puedan "ver" el mundo escondido . Para que no cerremos los ojos y podamos reconocer, de una vez por todas, que siempre surge de abajo, siempre es rechazado y reprobado, el arte que mañana conmoverá a los más sensibles.