Recuerdo una tarde de invierno volviendo de trabajar en el 60.
Parada, apretujoneada.
Años: 90. Hora: pico
Escuchando en un walkman The Crying game
Feliz, feliz hasta las lágrimas.
Hoy ese tema no me moviliza más que para recordar ese instante.
No se qué peso tendría más adelante la carta que había recibido.
Casi ni recuerdo hoy cual era mi plan de esa noche.
A veces el escenógrafo de la vida no se luce mucho
pero al protagonista le importa poco.
pero al protagonista le importa poco.
4 comentarios:
qué diría esa carta????? muero de curiosidad.
esa canción juaa!! me hacia shorar!!
cuando pienso en las cosas que jamás podría olvidarme de baires, se me aparece el 60.
ojala tengas esa carta. viste que ya no hay cartas?
PD: como anda el OSO??? decile que se lo extrania en la blogosfera y que le mando un beso!
No, ya no hay cartas. Ni se si guarde esa. Lo que guarde fue el instante.
Ya le paso el mensaje al Oso.
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"ay, la vida, que se llena de instantes" dice el poeta.
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