Yo, en el abrazo que hubiera querido tener. Asi igual a ese, después de mostrarle qué bien que andaba en bici.
Ro, Lu y Manu que sí lo tuvieron muchas veces y hoy se eterniza en el tuyo
Cata disfrutándolo con vos, a su turno.
Porque posiblemente la eternidad no sea más que eso, una reiteración de nuestros amores y desamores. La misma esencia que se multiplica y es una en su eterno retorno.
De esa manera siempre habrá una de nosotras muerta de amor por su papá y un papá enamorado correspondiéndole.
Tal vez sea ese nuestro ininterrumpido destino