jueves, 3 de febrero de 2011

Intolerancias playeras

Volver a frecuentar una playa poblada me enfrentó a mis intolerancias. No ya las de la relación con el prójimo que vengo trabajando hace años y pasaron a nivel inconsciente. Quiero decir, ya no me molesta que jueguen a la paleta muy cerca de mi reposera y ligarme un pelotazo de vez en cuando, ni que me salpiquen un poco con arena. Ya oigo como un arrullo las conversaciones banales que en otra época despertaban mi odio.

No. Las que persisten son de índole más bien filosófica. Y no las resisto. Una porque me divierten y otra porque algo hay que tener en el costado dark.

Hoy, sentada mirando el mar, escribía en mi libreta:

Me molestan:

- Los que enseñan a nadar a sus hijos, nietos, sobrinos, ya grandecitos. Así, así, pataleá, pataleá. Ahora brazada, brazada. Muy bien! Y los sostienen sin darle ninguna posibilidad de que flote, la cabeza fuera del agua, moviéndola para los dos lados rítimicamente, con cara de horror.

- Los padres que, tirados como morsas en sus reposeras, indican a sus mujeres que se ocupen de sus hijos en común: Me parece que hace mucho que está en el agua. Por qué no lo sacás? Ponéle
de nuevo protector, ya hace mucho que está al sol. Y más me molestan ellas que, obedientemente, hacen todo lo que ellos dicen. En ningún momento un Sí, hace mucho, ponéle si te parece.

- Los que meten a los chicos al mar de prepo, llorando, de una, sin esperar que vayan acostumbrándose.

- Las aguas vivas. No, no, no. No me importa que no sean las chiquitas, con la marca roja, con filamentos porque esas son las que pican. TODAS. Me dan asco y me impresionan.

- Los pantalonotes esos largos hasta abajo de las rodillas que usan los varones como traje de baño. Grandes y chicos. Entran al mar vestidos y salen chorreando género mojado. Tapan las piernas que la mayoría podría seguir mostrando más allá de los 50 porque no tienen ni un gramo de celulitis.

En cambio las mujeres cuando empiezan a padecerla, junto con la flaccidez, se ponen un traje de baño entero. Para qué? Si no tapan lo que tienen que tapar! Ah, no, para eso recurren al pareo, tapador obvio de defectos.

Debería ser al revés! El hombre cuando empieza a cargar la panzota inevitable de los años: trajede baño entero. Y a seguir luciendo sus piernitas. Y las mujeres, el bermudón. Y listo.


Y ya corto con la intolerancia. Me voy a comprar uno de estos.

Si no encuentro liso, no importa, total lo puedo combinar con cualquiera de los corpiños triangulitos que tengo.