viernes, 27 de agosto de 2010

Quiero ser

la que trasciende todo lo tangible que me rodea.
Quiero que me sepas más alla del Caribdis de hoy,
de los inconvenientes de lo cotidiano
del problema económico, del desgaste de los años
Quiero sentir que me ves como soy en realidad
Quiero relajarme en vos, sintiéndome como me ves
Y quiero que seas capaz de verme
sin ser abuela
sin ser madre
sin mi profesión
sin mis éxitos
sin mis fracasos
sin mis miedos
sin mis dudas
Porque sólo soy capaz de ser
bajo esa, tu mirada

viernes, 6 de agosto de 2010

Siempre Caribdis


Es inevitable. Siempre caemos y nos creemos que no se puede salir. No se puede ser hombre sin sucumbir en su remolino, sin enredarse en su pesadilla.

No hay fe, no hay meditación, no hay filosofía oriental que logre evitarlo.

Ni siquiera se puede dar vueltas en él SABIENDO que se va a pasar. Que va a aparecer la luz. Está en su esencia el hecho de creer a ciegas en su desgracia eterna. Como las pesadillas. Como el mito de la caverna. No sirve pensar que estamos soñando, levantarnos, ir al baño y darnos cuenta de que era solo una pesadilla. Volvemos a dormirnos y CREEMOS en ella.

Inevitable.

Pero de pronto aparece una luz. Chiquita. Feliz. Creíble también. Y entonces es más intensa que la horripilancia de la pesadilla.

Es intensa POR la horripilancia de la pesadilla. No podría existir sin su contracara.

Y vivimos lamentándonos de lo horrible

Sin sospechar nunca ( porque esa es la condición) que sólo es la causa de la intensidad de la felicidad.

martes, 3 de agosto de 2010

Miopía


Acercarse mucho para ver. Y concentrar la vista en un detalle. Eso hacemos los miopes.

Entonces lo de alrededor se borra.

Me gustaría ser miope para todo. Y mirar los detalles chiquitos, desde bien cerca. De todas las cosas digo. Sin contaminarme por el entorno.

Me di cuenta de que ese era el secreto leyendo Páginas despreocupadas. Me encanta leer su descripción de las pequeñas cosas, de las florcitas del chancho, del invierno, de sus charlas con personajes encontrados.

El resto casi no existe.

Sólo el instante presente. Y dentro del instante, sólo un detalle.